Lavavajillas

Para tener limpio tu lavavajillas Midea te recomendamos usarlo con frecuencia y limpiar el filtro cada cierto tiempo. Si lo haces a menudo es muy posible que enjuagándolo con agua sea suficiente para limpiarlo. Si por el contrario, no lo lavas desde hace algún tiempo, tendrás que hacerlo con más dedicación.

Si realizas un control y mantenimiento regular de tu lavavajillas, estarás ayudando a prevenir averías; de esta forma ahorras tiempo, dinero y posibles molestias.

Después de cada lavado, te recomendamos también revisar el filtro de tu lavavajillas Midea y retirar la suciedad, poniéndolo debajo del grifo.

Tu lavavajillas puede desprender distintos olores. A continuación te indicamos cuáles son los más habituales y cómo evitarlos.

– Olor a producto de limpieza: Si al finalizar el ciclo de lavado detectas un olor fuerte a detergente y, en particular, a abrillantador en el interior de la máquina te aconsejamos que utilices otra marca de detergente o de abrillantador.

– Olor a nuevo: Los materiales utilizados en el electrodoméstico pueden desprender un ligero olor cuando es nuevo. Puedes estar tranquilo, no se trata de ningún fallo del aparato. Estos olores desaparecerán tras algunos ciclos de lavado.

– Olor a moho: No utilizas el lavavajillas con mucha frecuencia o los programas no son lo suficientemente intensos. Si dejas utensilios o vajilla sucios en el lavavajillas durante un tiempo, los restos de comida pueden generar este tipo de olores. En este caso también puedes utilizar el programa de prelavado entre los ciclos de lavado principales para retirar la suciedad.

Por eso recomendamos utilizar los programas de lavado intensivo para evitar que se formen depósitos en el interior del lavavajillas y utilizar un limpiador de máquinas regularmente, aproximadamente cada 30 ciclos para limpiar el lavavajillas.

La posición habitual del regulador del dosificador del abrillantador es la intermedia. Suele salir así de la fábrica y sólo debes modificarla en el caso de que se formen velos o manchas de cal en la vajilla.

En el primer caso, si se forman velos de cal, debes colocar el dosificador en una posición más baja, para reducir la cantidad de abrillantador. En cambio, si se forman manchas de cal debes hacer lo contrario, es decir, colocar el dosificador en una posición más alta para aumentar la cantidad de abrillantador en cada lavado.

Puedes utilizar cualquier detergente indicado para lavavajillas, ya sea líquido, en polvo o en pastillas, pero no utilices nunca el jabón líquido para fregar.

No, para utilizar correctamente tu lavavajillas no es necesario que aclares los platos antes de introducirlos. Es suficiente con que retires los restos de comida sólida. De la otra forma, consumiremos agua sin que sea necesario, ya que el lavavajillas se encargará de eliminar los restos y limpiar la vajilla.

El abrillantador es necesario para que tu vajilla quede reluciente. Agiliza el secado e impide la formación de manchas de agua o velos de cal sobre la vajilla. En la mayoría de los modelos de lavavajillas, se ilumina un piloto de aviso para que repongas la sal y el abrillantador. Cuando esto ocurre, es importante rellenar los depósitos, para conseguir un lavado y secado óptimos.

Para evitar que los vasos presenten un aspecto opaco tras los lavados, debes añadir abrillantador o revisar la dosificación, para que la cantidad sea la adecuada.

Esto puede ocurrir si no has utilizado un detergente con poder blanqueador o porque has seleccionado un programa con una temperatura insuficiente para el nivel de suciedad. Te recomendamos dejarlos de remojo con un poco de lejía antes de introducirlos al lavavajillas para evitar este tipo de manchas.

No, esto no es normal. Si sucede es posible que haya excesiva cantidad de sal descalcificadora en el agua de lavado de tu máquina o que la tapa del depósito de la sal no se haya cerrado correctamente. Si una vez comprobado, el problema persiste, te recomendamos contactar con nuestro Servicio Oficial

El tamaño del lavavajillas es el que determina su capacidad. Los modelos que miden 60 cm tienen una capacidad de hasta 14 servicios. Cuando hablamos de servicios nos referimos a la cantidad de vajilla que necesitamos para una comida por comensal, es decir, un vaso, un plato hondo, un plato llano, un plato de postre, una cuchara, una cucharilla, un tenedor, un cuchillo… Esta cantidad la multiplicas por catorce y obtendrás lo que cabe habitualmente en tu lavavajillas, aunque es una cantidad que siempre depende de cada electrodoméstico.

Antes de introducir la vajilla en el electrodoméstico debes eliminar los restos de alimentos sólidos, pero recuerda que no es necesario que enjuagues la vajilla previamente bajo el grifo.

1. Coloca las tazas y vasos boca abajo y en la cesta superior.

2. Carga los platos en la bandeja inferior del lavavajillas de forma vertical y coloca los que estén más sucios más cerca del brazo aspersor. Si tienes que meter cacerolas introdúcelas boca abajo en la cesta inferior.

Si tu lavavajillas no tiene tercera bandeja para cubiertos, colócalos en el cesto con la superficie útil hacia arriba.

No te recomendamos lavar cubiertos y vajilla de madera, ya que pueden perder su color. Tampoco deberías utilizarlo para lavar cristalería decorada o vajilla antigua o valiosa.

Para que no queden restos de comida en los platos tienes que colocar la vajilla en la posición correcta. Si, aun con todo, siguen quedando restos puede ser debido a diversas causas:

Puede que hayas llenado el lavavajillas más de la cuenta o no hayas puesto la cantidad de detergente suficiente. También es posible que el programa seleccionado no sea el adecuado para la carga del lavavajillas. Comprueba que ninguna pieza mal colocada está impidiendo el movimiento de los brazos aspersores y que los orificios de estos brazos no están obstruidos.

No, en ningún caso. Debes utilizar siempre una sal especial para lavavajillas. Ésta es más gorda que la sal común y no tiene residuos que puedan dañar el interior del electrodoméstico.

Es muy fácil. Tan sólo tienes que desenroscar la tapa del depósito y una vez abierto, echa la sal con la ayuda de un embudo. Puede rebosar agua, pero no es un problema ya que es normal. Antes de colocar nuevamente la tapa, revisa que no quedan restos de sal alrededor de la boca del depósito.

La sal es necesaria en cualquier lavado que realiza el lavavajillas, especialmente si el agua de tu ciudad tiene mucha cal. Con la sal evitamos que se produzcan manchas de cal sobre la vajilla o incrustaciones en el interior del aparato. En la mayoría de los modelos de lavavajillas, se ilumina un piloto de aviso para la reposición de sal y abrillantador. Es importante rellenar los depósitos cuando se encienden los pilotos, así conseguirás un lavado y un secado óptimos.

La regulación del descalcificador se realiza desde los ajustes básicos del lavavajillas, tal y como se indica en el manual de instrucciones de tu electrodoméstico. Antes debes consultar la dureza del agua de tu zona preguntando a la empresa local de abastecimiento de agua o solicitando a través del Servicio Técnico un medidor para la dureza del agua.

Una vez que el lavavajillas está situado en su espacio, debes conectar el tubo de entrada y abrir la toma de agua; introduce también el tubo de salida en el desagüe y conecta el cable de alimentación eléctrica en el lavavajillas y en el enchufe. A continuación y antes de usarlo, añade la sal y el abrillantador en los depósitos correspondientes. Si lo prefieres, también puedes contactar con el Servicio Técnico Oficial para que lo instale.

En estos casos recomendamos efectuar dos aclarados previos consecutivos y desconectar la clavija de la red eléctrica. A continuación, llenar el depósito del abrillantador y dejar la puerta entreabierta. Por último, cerrar la toma del agua.

Antes de usarlo de nuevo, te aconsejamos conectar de nuevo la clavija a la toma de corriente. Después comprueba que en los tubos de paso del agua no haya depósitos de barro o herrumbre y luego dejar correr sin miedo el agua durante unos minutos por la cañería. Por último, tendrás que empalmar de nuevo la manguera de alimentación y abrir otra vez la llave del agua.

Si después del lavado, queda agua en la cuba del lavavajillas debes comprobar que el tubo del desagüe no está obstruido o doblado y lo mismo con los filtros para la suciedad, ya que ésta suele ser la causa de que el lavavajillas no desagüe de la forma correcta.

En los modelos electrónicos, debes tener en cuenta que hay que esperar a que el programa finalice completamente, porque si se abre el lavavajillas antes de tiempo, el programa se paraliza sin que se haga el desaguado final. También es necesario comprobar que la colocación de la vajilla y la cubertería en el interior es la correcta, ya que si dejamos zonas donde se puede acumular agua durante el lavado, o platos o cubiertos en contacto, el secado no será correcto y quedarán mojados. Y se ha de tener en cuenta que dependiendo del programa, el secado será mayor o menor.

Si la pastilla del detergente no se ha disuelto bien lo más probable es que el detergente que has utilizado no sea el más adecuado para el programa seleccionado. Por ejemplo, no te aconsejamos utilizar pastillas de detergente para los programas rápidos, ya que lavan a menor temperatura y la pastilla no se llega a disolver. En estos casos, es preferible que utilices detergentes líquidos.

Puede ocurrir también que la pastilla no se disuelva porque haya un objeto que impida que el cajetín se abra durante el lavado.

Esto ocurrirá si colocas el detergente en una cubeta húmeda. Debes secarla muy bien antes de depositar el detergente

Se puede formar mucha espuma si utilizas una cantidad excesiva de detergente en la cubeta del lavavajillas. También puede ocurrir si la tapa del abrillantador no está bien cerrada.

Puede que el lavavajillas no se conecte porque el fusible de la instalación eléctrica esté defectuoso o porque el grifo de entrada del agua esté cerrado. Antes de contactar con nuestro Servicio Técnico comprueba que el filtro de la manguera de alimentación de agua no está obstruido. Si no detectas ninguna de estas causas, ponte en contacto con nuestro Servicio Técnico Oficial.

Si no entra agua en el lavavajillas comprueba que el grifo de entrada de agua esté abierto y que el filtro esté limpio para dejar pasar el agua. Si, después de haber hecho estas comprobaciones, el agua continúa sin entrar, contacta con nuestro Servicio Técnico Oficial.

Esto ocurre cuando se corta la alimentación de la corriente eléctrica o cuando no llega agua al lavavajillas. Si necesitas ayuda, puedes contactar con el Servicio Técnico Oficial.

En estos casos debes fijarte en el tipo de sonido. Si es un sonido similar a un silbido no tienes que preocuparte, porque es totalmente normal. Se debe a que el retén frontal de la bomba emite un silbido. En cambio, si escuchas golpes debes colocar mejor la vajilla porque probablemente sea que el brazo de aspersión roza o choca con ella. Y lo mismo si escuchamos tintineos. En caso de dudas, puedes contactar con nuestro Servicio Técnico Oficial.