¿Por qué no deberías montar tú mismo el aire acondicionado de tu casa?

Todo a punto

Hay una serie de motivos contundentes por los cuales la respuesta a la pregunta “¿puedo montar mi propio aire acondicionado?” es un no. Hemos recopilado algunas de las razones con mayor peso para que no barajes más esa opción. No es un proceso sencillo, no vas a ahorrarte más dinero. De hecho, es probable que […]

Hay una serie de motivos contundentes por los cuales la respuesta a la pregunta “¿puedo montar mi propio aire acondicionado?” es un no. Hemos recopilado algunas de las razones con mayor peso para que no barajes más esa opción.

No es un proceso sencillo, no vas a ahorrarte más dinero. De hecho, es probable que por algunos errores te salga más caro que si hubieses contado con un profesional desde el principio.

¿Quieres más información? Te detallamos los motivos.

Cumplir con la legislación

Últimamente la instalación de aires acondicionados está muy restringida, y aunque hay localidades en las que está más controlado que en otras hay que ser muy conscientes de cuáles son las ordenanzas regionales y locales a seguir.

Aspectos como el caudal máximo de expulsión de aire por fachada, la estética del edificio, o los decibelios de la unidad externa varían de localidad en localidad.

Manipulación de gases

Siguiendo con el punto anterior, la legislación implica que solo los profesionales con el certificado de manipulación de gases fluorados pueden realizar la instalación de aparatos de aire acondicionado.

El motivo es que contienen un gas que hay que tratar correctamente. No solo porque sea peligroso, sino porque se deben controlar las emisiones que se producen a la atmósfera por su alto potencial contaminante.

Por lo tanto, confía en alguien con su certificado de instalación. Desde hace un tiempo se tiene en cuenta la constatación de la experiencia profesional a la hora de solicitar este certificado, lo cual te asegura una instalación adecuada con los conocimientos teórico-prácticos necesarios.

Obras complejas

Al contar con dos unidades, la interna y la externa, hay que conectarlas a través de la pared. Esta es una obra complicada si quieres que quede bien, y una mala instalación puede implicar la rotura del tubo, emisiones de gases no deseados a la atmósfera.

Además, habría que pedir una licencia porque implica obras en una fachada y hay que solicitarla para poder hacerla. De lo contrario, estarías infringiendo la normativa.

 

En definitiva, en estos casos debes contar con un profesional con la certificación exigida. Será más fácil, evitarás saltarte las normativas y, a la larga, ahorrarás dinero y tiempo.

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